Ojala que privaticen el fútbol otras ves y codifiquen hasta los partidos de Chacarita.
Desde que la presidente de mierda que tenemos decidió estatizarlo, ahora hay que bancarse gente pelotuda gritando todo el tiempo.
Siempre odié a los futboleros, siempre me aburrió. De chico jugaba pero no lo tomaba enserio (ahora cada tanto lo juego en play 2 porque me gusta), a diferencia de mis compañeritos de clase, que se tomaban tan enserio los partidos como si Bianchi los estuviese espiando desde las sombras para seleccionarlos por su habilidades macacas. Igualmente ninguno de ellos llegó a nada, algunos terminaron presos y/o fumando porro y birra en la esquina. De todas formas, debo reconocer que es mas sano que quieran ser futbolistas sin cerebro, a diferencia de lo que se ve mucho ahora, que los pendejitos aspiran a ser chorros, sin duda me quedo con lo primero.
Los futbolistas siempre me parecieron la versión masculina de las clásicas rubias tontas que pretenden ser modelos, que cuando enfrentan una cámara no saben hablar, y no se les cae algo interesante ni que las maten. Acá es igual, tenemos muchachos que se la pasan escupiendo la cancha, que se comen las S, o que no se les entiende nada cuando hablan.
Y no olvidemos a las figuras importantes del fútbol argentino, que también resultan vomitivas; me refiero a Maradona, que es una bola de grasa asquerosa, arrogante, estúpida y un desubicado. Ojo, no soy de los que se escandalizaron con sus declaraciones recientes, de hecho lo esperaba, porque hace años sabemos con el monito que lidiamos. Aunque la mona se vista de seda, mona queda, por eso a pesar de los millones que ganen, su esencia nunca va a cambiar. Además no se que le ven de gracioso y pícaro al hecho de que haya hecho un gol con la mano a lo inglese´. Después tenemos a la basura horrenda de Bilardo, que le metía cosas en el agua al equipo contrario y encima lo contaba riéndose
Hablando de millones, es realmente desconcertante que estos tipos ganen tanta guita, y que un par de piernas valgan más que mil cerebros.
Ok, si les gusta el fútbol, bárbaro, pero no me jodan, no traten de hacer de interés nacional el partido de Argentina vs Uruguay como si fuese el suceso mas importante de mi vida, y digo esto porque hay gente que se horroriza cuando digo que no pienso ver ningun partido por mas relevante que sea, y que ojala pierda Argentina y no clasifique en el mundial (un deseo que no se me cumplió). La Argentina está tan amargada y estancada con sus logros, que deposita todas sus esperanzas y alegrías en el deporte y en retrasados mentales como Messi.
Para mi la cancha de fútbol siempre fue una especie de Coliseo, bestias sanguinarias reunidas (los hinchas) que se matan entre si por nimiedades irrelevantes; ojo, como todo, tiene su lado bueno, porque al menos se matan ahí adentro y no molestan, de hecho, debería hacerse mas seguido y mas violento, así me divierto mirando los incidentes por Cronica TV, mientras me tomo un cafecito, sonrió maléficamente y expulso por mi nariz el humo del riquísimo cigarrillo que me estoy fumando.
Si piensan meter a sus hijos en el mundo de fútbol, tengan cuidado, porque los están introduciendo en el mundo donde la letra S no existe, en el mundo del regaton, de la cumbia villera, del fernet ´el diego¨ y de la paternidad temprana.
Lo peor es que la gran mayoría se queda en el camino y el problema es que después quedan con la cabeza quemada, pero insertados en la sociedad, en nuestras vidas cotidianas, y ahí es donde empiezan a juntarse a tomar birra en la esquina, comentando lo mal que jugó Messi, mientras planean a quien robarle al día siguiente.
Desde que la presidente de mierda que tenemos decidió estatizarlo, ahora hay que bancarse gente pelotuda gritando todo el tiempo.
Siempre odié a los futboleros, siempre me aburrió. De chico jugaba pero no lo tomaba enserio (ahora cada tanto lo juego en play 2 porque me gusta), a diferencia de mis compañeritos de clase, que se tomaban tan enserio los partidos como si Bianchi los estuviese espiando desde las sombras para seleccionarlos por su habilidades macacas. Igualmente ninguno de ellos llegó a nada, algunos terminaron presos y/o fumando porro y birra en la esquina. De todas formas, debo reconocer que es mas sano que quieran ser futbolistas sin cerebro, a diferencia de lo que se ve mucho ahora, que los pendejitos aspiran a ser chorros, sin duda me quedo con lo primero.
Los futbolistas siempre me parecieron la versión masculina de las clásicas rubias tontas que pretenden ser modelos, que cuando enfrentan una cámara no saben hablar, y no se les cae algo interesante ni que las maten. Acá es igual, tenemos muchachos que se la pasan escupiendo la cancha, que se comen las S, o que no se les entiende nada cuando hablan.
Y no olvidemos a las figuras importantes del fútbol argentino, que también resultan vomitivas; me refiero a Maradona, que es una bola de grasa asquerosa, arrogante, estúpida y un desubicado. Ojo, no soy de los que se escandalizaron con sus declaraciones recientes, de hecho lo esperaba, porque hace años sabemos con el monito que lidiamos. Aunque la mona se vista de seda, mona queda, por eso a pesar de los millones que ganen, su esencia nunca va a cambiar. Además no se que le ven de gracioso y pícaro al hecho de que haya hecho un gol con la mano a lo inglese´. Después tenemos a la basura horrenda de Bilardo, que le metía cosas en el agua al equipo contrario y encima lo contaba riéndose
Hablando de millones, es realmente desconcertante que estos tipos ganen tanta guita, y que un par de piernas valgan más que mil cerebros.
Ok, si les gusta el fútbol, bárbaro, pero no me jodan, no traten de hacer de interés nacional el partido de Argentina vs Uruguay como si fuese el suceso mas importante de mi vida, y digo esto porque hay gente que se horroriza cuando digo que no pienso ver ningun partido por mas relevante que sea, y que ojala pierda Argentina y no clasifique en el mundial (un deseo que no se me cumplió). La Argentina está tan amargada y estancada con sus logros, que deposita todas sus esperanzas y alegrías en el deporte y en retrasados mentales como Messi.
Para mi la cancha de fútbol siempre fue una especie de Coliseo, bestias sanguinarias reunidas (los hinchas) que se matan entre si por nimiedades irrelevantes; ojo, como todo, tiene su lado bueno, porque al menos se matan ahí adentro y no molestan, de hecho, debería hacerse mas seguido y mas violento, así me divierto mirando los incidentes por Cronica TV, mientras me tomo un cafecito, sonrió maléficamente y expulso por mi nariz el humo del riquísimo cigarrillo que me estoy fumando.
Si piensan meter a sus hijos en el mundo de fútbol, tengan cuidado, porque los están introduciendo en el mundo donde la letra S no existe, en el mundo del regaton, de la cumbia villera, del fernet ´el diego¨ y de la paternidad temprana.
Lo peor es que la gran mayoría se queda en el camino y el problema es que después quedan con la cabeza quemada, pero insertados en la sociedad, en nuestras vidas cotidianas, y ahí es donde empiezan a juntarse a tomar birra en la esquina, comentando lo mal que jugó Messi, mientras planean a quien robarle al día siguiente.